sábado, 14 de agosto de 2010

Duns Scotto V

5. EL CONOCIMIENTO
El entendimiento humano tiene como objeto todos los seres sin restricción, ens en cuanto ens pero significa además que por propia naturaleza está destinado a conocer las cosas de manera perfecta; si se tiene en cuenta que sólo existen los individuos se comprende que el conocimiento por abstracción es intrínsecamente inadecuado, aproximativo puesto que no alcanza toda la realidad. Se extiende a todo lo que ontológicamente es la cosa. No puede aceptar que nuestro conocimiento sea sólo universal. El objetivo último del conocimiento humano tiene que ser lo singular. Por eso Scotto defiende la intrínseca inteligibilidad del singular si bien niega que el hombre conozca exhaustivamente el individuo. La doctrina de la inteligibilidad intrínseca de lo singular es consecuencia del creacionismo. Aristóteles no sacó todas las consecuencias. Sólo el individuo es un ente, eso es lo intrínsecamente inteligible; de lo contrario se deja fuera un residuo del ser que queda más allá ininteligible. En el ámbito del creacionismo cristiano no funciona. Si el término del acto creador es el ens -lo singular- es también verum: si es que ens et verum conventuntur. Todas las cosas tienen una significación querida por Dios, desde siempre en Dios las cosas tienen su razón de ser y desde ahí contribuyen a la armonía del universo, eso es decir que el singular es intrínsecamente inteligible. Hacer otra cosa es dejar la intencionalidad del conocimiento a medio camino. El singular es el término de tensión del entendimiento humano. El hecho de que se conozca abstractivamente no puede interpretarse como un signo de perfección sino de debilidad. No es imputable a la naturaleza de nuestro entendimiento: no hay otro remedio. Así lo ha dispuesto Dios. Scotto entiende la abstracción, pensaba que el camino que lleva el conocimiento intelectual arranca de la sensación, es el primer contacto cognoscitivo que se establece entre el hombre y la realidad. El sujeto de la sensación para Santo Tomás es el compuesto orgánico que registra pasivamente las impresiones. Para agustinianos es un acto del alma -carácter activo de la sensación- el alma siento lo que experimenta el cuerpo y advierte sus modificaciones. Scotto dice que la sensación es el resultado de colaboración activa de órgano corporal y alma. Este conocimiento sensible lo tiene el hombre en común con los animales. Surge inmediatamente otro conocimiento que es intelectual por el que se descubren los aspectos universales en las cosas y sus conexiones. Puede reducir la multiplicidad a la unidad. Esto gracias al proceso de abstracción del entendimiento agente. Decía Averroes que el entendimiento produce la universalidad producida mediante el entendimiento agente que opera sobre el fantasma y despoja a ese contenido sensorial de todas las notas individualizantes a fin que aparezca la esencia del objeto. Scotto piensa que entonces no se puede afirmar que el entendimiento produce la universalidad porque no lo hace sino que se limita a descubrirlo. Eso es iluminar el contenido de la sensibilidad. Quien ilumina no produce porque ya lo hay. Sólo pude hacerse si está ya formalmente allí. Interpreta la labor del entendimiento agente. La naturaleza común puede resistirse de un esse reale y de un esse universale. Es un género especial anteiror a la individualidad y a la universalidad. Esto le hacía sospechoso de un cierto platonismo porque si la comunitas es anterior ya está formalmente en las cosas, qué necesidad hay entonces de la abstracción. Rechaza esa acusación: yo jamás he dicho que las cosas sean universales en acto. La natura es communis a todos los individuos no porque sea universal sino porque no le repugna la universalidad. Si la natura communis es universal, se hace universal , es porque adquiere un modo de ser que no tenía. Abstraer es darle al objeto un modo de ser del que carecía. Reivindica para el entendimiento agente una actividad creadora, le confiere a las cosas algo que en absoluto está en las cosas, le dan un esse que carece. Abstraer no es conocer. El conocimiento consiste en una actividad -colaboración sui generis de la cosa y el entendimiento. La actividad de abstraer no puede hacerse sin una ayuda extrínseca. El conocer es un devenir y por ello está sujeto a aquella ley fundamental del devenir: todo lo que se mueve se mueve por otro. El entendimiento humano no está por sí mismo en condiciones de actuarse. Necesitamos algo extrínseco que ayude a ese paso, el objeto, un encuentro operativo entre el alma y el objeto. este encuentro se produce en la sensibilidad, luego entre la especie sensible y un conocer intelectivo activo, luego en el posible. Siempre desde un objeto conocido y el cognoscente.
Cómo hay que entender este encuentro. odos pusieren de relieve ese problema. Se trata de una discusión que se inspira en Platón y otra ligada a la psicología aristotélica. la diferencia entre las dos es la diferencia entre una concepción activa del conocimiento y otra una concepción pasiva. La agustiniana insiste en la actividad del sujeto y la aristotélica en la pasividad del sujeto. Enrique de Gante: el acto intelectivo surge del alma y propiamente al objeto se le atribuye algo que sólo tiene importancia ocasional; la presencia del objeto llama simplemente la atención. Los aritotélicos pensaban que el cognoscente si y solo si es determinado por el objeto que mueve al entendimiento a conocer como causa forma. Estamos ante dos opiniones unilaterales: tienen en cuenta la experiencia interna pero sólo parten de la experiencia interna. Los agustinianos para no contradecir la experiencia admiten que es necesaria la presencia del objeto y añaden que no es causual. Se pregunta a Scotto: si el conocimiento depende necesariamente del objeto no hay conocimiento. Parece que al objeto debe atribuírsele el papel de causa. Si el acto de entender procede del alma habría que decir que conocemos siempre en acto, que el hombre es un inteligente en acto, pero eso no lo enseña la experiencia. Si el conocimiento fuese causado sólo por el sujeto no se explica esa unilateralidad del pensamiento al ser, ya que el conocimiento es similitudo rei. La opinión de los agustianianos es idealista: el objeto sólo sería el opuesto al sujeto siendo el desencadenante del pensamiento. Para Aristóteles el entendimiento pasa de la potencia al acto al intervenir un factor determinante del conocimiento. Este determinante se une y perfecciona intrínsecamente al entendimiento. El entendimiento mueve a manera de causa formal. Determinándolo formalmente. Para Scotto esta opinió está llena de inconvenientes. No hay pura pasividad. El hombre ordena los conceptos, los reduce a sistema, prueba de que el entendimiento no se limita a registrar pasivamente sino que elabora nuestros conceptos. El inconveniente más graves es que si el objeto que determina nuestro acto de entender se entiende como Tomás, se olvida que conocer es vida y que la vida es actividad. Se hace surgir el conocimiento del objeto como fuese una propiedad suya y no del sujeto. Si se insiste demasiado en el papel del objeto: a qué se debe el conocimiento? A que las cosas son inteligibles o que el hombre tiene inteligencia? Cuál es el fundamento último? Los aristotélicos se pasan del valor causal, con ella se relativiza el alma y su naturaleza. Debe introducirse el papel del objeto. Si no lleva a una concepción mecanicista de la vida espiritual, queda determinada por impulsos del medio externo. Los agustinianos exageran le importancia del sujeto. Son soluciones unilaterales Piensa que debe examinar el problema partiendo de todos los datos de la experiencia interna. Los primero que nos atestigua es la intelectio, algo que no tiene un ser eterno en nosotros sino que es después de no haber sido. Todo acto implica un paso de potencia a acto, hace falta la intervención de una causa eficiente. Esa función de determinante cognoscitivo no puede ser ni el alma solo ni el objeto solo, la causa eficiente está integrada por la eficiencia de la potencia intelectual y la del objeto que se va a conocer.
En todo proceso interviene el sujeto y el objeto: nec intellectus est ota causa nec obiectum est tota causa. Scotto no les reprocha el no haber acudido a los dos, el haber entendido mal el concurso de esos dos factores. Defecto que consiste en disminuir la importancia del objeto o del sujeto (de la potencia intelectiva). La verdadera intervención como causa eficiente de cada uno de los elementos. Es la teoría de las causas eficientes parciales. Scotto observa que hay algunos efectos que requieren el concurso de dos causas eficientes distintas. Pero esa colaboración no interviene siempre con el mismo título porque pueden estar ordenadas entre sí bien de manera accidental o de manera esencial. Accidentalmente cuando ambas tienen un efecto porque así lo requieren las circunstancias. Esencialmente cuando por naturaleza están ambas a producir un efecto, entonces la eficiencia causal de una está subordinada a otra, ambas obran simultáneamente. Si están accidentalmente pueden obrar independientemente la una como la otra, y la causalidad de una se suma a la otra: una de ellas puede ser eliminada si la otra tiene un perfección tal que puede suprimirla. Cuando se trata de causas ordenadas esencialmente no se puede eliminar la otra, siempre se requiere la intervención de la otra causa. La subordinación esencial de dos causas eficientes puede ser de dos tipos, una cuando una causa saca de la otra su eficiencia causal (causa instrumental), en otros lugares cuando van dos causas poseen su propia eficiencia en propiedad (padre y madre respecto a la generación). El sujeto y el objeto intervienen como causas eficientes parciales subordinadas esencialmente de la segunda manera (padre y madre). El entendimiento pasa de potencia a acto en virtud de una iniciativa interna y una externa. Las especie no es lo único determinante cognoscitivo porque la potencia misma al menos parcialmente se puede autodeterminar. El entendimiento participa activamente pero esa actividad no es requerida por el objeto ni el objeto comporta un influjo sobre la potencia ni viceversa, los dos conocen cada uno por su cuenta. El acto cognoscitivo nace de una alianza operativa. A pesar de eso las dos eficiencias no tienen la misma índole. La eficiencia de la potencia operativa es más excelente. Porque el objeto interviene en un acto contrario, pero en todos interviene el entendimiento.
Todo porque el concepto de potencia de Scotto no es el de Santo Tomás. La capacidad del entendimiento debe fundarse sobre una actualidad que le pertenece como propia. Todo esto conduce a subrayar que el entendimiento en el conocimiento es una facultad activa, concurre con el objeto. La actualidad que presta el entendimiento es el esse intencional que de ninguna manera se le debe al objeto. Conocer, intelligere no es intuslegere sino que es el darle cobijo mental a las cosas. La operación de entender se cumple en dos momentos: acción del intelecto agente por la cual se prescinde de la singularidad y luego las integibiliza dándose un esse mentale. A partir de aquí Scotto soluciona la objetivad de los conceptos. Le preocupa mucho el valor del conocimiento más que al resto de los medievales, por ello su insistencia de la orientación del entendimiento hacia el ser. Esa intencionalidad del pensamiento hacia el o bjeto puede considerarse de muchas maneras: realismo exagerado que exige una correspondencia perfecta; los nominalistas dicen que son ficciones de la mente. Scotto funda la objetividad en la natura communis, naturaleza de las cosas indiferente a existir de manera singular o universal. Pensar una cosa no quiere decir fotografiarla sino recrearla, transferirla del plano extramental al plano real. Los nominalistas y exagerados tienen un mismo defecto: la pasividad del conocimiento. El entendimiento es activo, tiene su propia originalidad. A la generación del concepto concurre la realidad dada y el acto de entender lo que concibe el conocimiento no puede coincidir con las dos sino que tiene parecido con las dos (como el hijo). El concepto es una similitudo rei y en cuanto depende de la actividad del alma no es una mera reproducción sino una reproducción intencional. La objetividad del concepto viene garantizada por la misma dinámica del conocer, hay que tener en cuenta los dos factores. Por esa naturaleza ambivalente el concepto se constituye por una doble relación, se convierte en medium quo, es un medio; no es obiectum quod, aquello por lo que el entendimiento entiende. La especie no es una mera entidad sino que es intencional, toda su función es remitise.

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