sábado, 21 de agosto de 2010

Duns Scotto VII

7. TEOLOGÍA NATURAL
Es posible acceder al conocimiento de Dios, para ello elaboró su teoría del objeto propio del entendimiento humano que es el ente en su totalidad. El acceso a Dios, a su existencia no es inmediato. La existencia de Dios no se deduce sin más del análisis de la esencia divina (al argumento ontológico no es definitivo, aunque Scotto no le pondría pegas). Para él los definitivos son los argumentos a posteriori, sin embargo en la prueba sobre la existencia de Dios tiene su originalidad. No está montada sobre hechos de experiencia sino sobre la posibilidad. Es sumamente compleja. Se pueden distinguir tres etapas:
I. (1) Demuestra que existe una causa eficiente incausada e incausable. (2) Existe una causa final inconcebible. (3) Existe un ser que supera en perfección a todos los otros seres posibles.
II. Demuestra la identificación de (1) la causa eficiente, final y el ser perfectísimo. (2) Ese ser que realiza los primados es un ser único.
III. En las enumeración de todas las condiciones se requieren enumerar las características metafísicas del ser divino en sí mismo. (1) Dios es inteligible y obra voluntariamente siempre en acto. (2) Dios es omnipotente, verum, bonum y perfección infinita. Sólo si sabemos toda esta serie sabremos si Dios existe.
I. (1) Algo puede ser producido. El punto de partida de un hecho, yendo a la causa última, la existencia de Dios queda inmediatamente demostrada. Si no es un hecho sólo se llega a la posibilidad de la existencia de Dios. Los dos procedimientos son legítimo desde el punto de vista lógico. El segundo termina sólo en la posibilidad de la causa incausada, pero parte de esas necesarias que se imponen al entendimiento. La posibilidad de que existan ciertas cosas se presenta al entendimiento -no a los sentidos- como una verdad necesaria. Siempre será verdadero que el mundo puede ser producido. Piensa que es preferible la evidencia intelectual a la evidencia sensible. Por tanto la verdadera científica es la segunda. Si algo puede existir es legítimo preguntarse la causa producible. Para dar cuenta de la effectivitas es indispensable pasar en un ser distinto del ser producible. Ese ser es a su vez sólo effectivissimo o también effectibile (producido o producible). Si es effectivum estamos y a ante una causa eficiente suprema. Si es también effectibile hemos de recurrir a otro ser y así sucesivamente. Este argumento sólo sería inconsistente si fuera contradictoria una causa eficiente suprema. El proceso indefinido es posible si se trata de causas accidentalmente subordinadas en el pasado pero no causas esencialmente subordinadas en el presente. Una causa es causa si está siendo causada. Y tampoco es contradictoria una causa incausada, una actividad originaria, no hay nada que diga que la capacidad de obrar sea limitada, necesariamente finita, puede tener la eficiencia en grado infinito. Dos resultados: (1) La posibilidad de que na cosa sea producida implica la posibilidad de un agente que no depende de otro agente, en principio. (2) Un agente que no depende de otro no es contradictorio. La causa incausada no sólo no depende de ninguna causa eficiente ni de ningún otro tipo de causa, incausable, en el orden de la finalidad, formal o material. El que obra por fines es la causa eficiente. La causa material y formal contribuyen a un efecto, en relación potencia y acto, implican movimiento causa eficiente y final. Es causa eficiente incausada. Es posible que haya una causa eficiente de algo posible. Esa causa eficiente sería el paso siguiente porque si no ni siquiera podría afirmarse el dato de entrada. Sólo hay algo producible si es predicado. La causa eficiente suprema existe actualmente. Sólo si existe un acto posible.
(2) Lo que se dice de la causa eficiente lo dice de la causa final. Además de existir una causa eficiente primera existe una causa final primera. El proceso que lleva a esa conclusión es el mismo. En el orden de las causas finales es imposible una serie infinita. Es necesario ir a parar a un finitivum primum (sólo es primero si es incausable) y tiene que existir, no sólo es posible, porque de lo contrario sería posible. Dios si es posible tiene que existir, es el único caso en que pasa esto, patiendo del hecho que es una causa suprema, sino se necesataría de otra que la hiciera existir.
(3) También hay un ser supremamente perfecto porque el orden de los fines es el orden de las perfecciones. Una cosa es perfecta cuanto más perfecto sea su fin. En conclusión el módulo lógico, esquema de procedimiento es siempre el mismo: se parte no de un hecho sino de una posibilidad. Esa posibilidad da a la posibilidad de una eficiencia primera, fin último y un ser supremo. No sólo son posibles sino que ese ser además existe. La afirmación de la existencia de Dios está implícita en la posibilidad: la posibilidad del mundo lleva a la posibilidad de Dios. Mezcla Santo Tomás con San Anselmo. Scotto niega la posibilidad de un ente infinito de evidencia inmediata a diferencia de San Anselmo. Lo único evidente es la posibilidad de los entes finitos. Coincide con San Anselmo en que lo absoluto no es posible más que como existente.>II. Hace falta afirmar la identidad de esos tres primados. La causa eficiente puesto que obra por un fin adecuado a la eficiencia, el único adecuado es un fin supremo. Si fuese una realidad distinta a la suprema -ese fin- se llega a que la eficiencia suprema no es el efficiuens supremo. Para evitarlo hay que decir que efficiens es el fin último. Además es el ser supremo, los efectos nunca ganan a la causa, si hay un ser supremo en perfección es el fin último, se identifican. Además esa identificación es única. El ser que encierra esos tres primados. Ese ser tiene que ser necesario porque si es incausable, nada hay que amenace su primacía. Es y no puede no ser. La existencia de un ser necesario es la existencia de un ser único. Si hubiera dos seres necesarios se diferenciarían por algún elemento formal -uno tiene algo que el otro no tiene-, ¿ese elemento produce la necesidad? Si es así los elementos producen lo mismo. Si no produce necesidad es un elemento contingente el ser necesario incluye un elemento contingente, eso no es posible. III. Para afirmar que es Dios ese ser tiene que ser infinito porque es la fuente de toda realidad. La cusa primera es de suyo inagotable, principio de todas las causas segundas posibles. Es también la fuente de toda inteligibilidad. Nuestro entendimiento no es infinito porque no conocemos las cosas necesarias además del objeto. Esto no sucede con el entendimiento infinito. Independientemente de que existen o no las entiende en acto. Cualquier cosa es término de intrascendencias pero es provisional. Sólo el bien infinito puede orquestar esa tendencia. Scotto mezcla dentro de un argumento racional algo agustiniano del intinerarium mentis ad Deum. No olvida nunca su vena agustiniana. Hay que consultar al corazón. Sólo cuando se afirma la existencia de una causa infinita se está en condición de decir que es Dios. Y esa infinitud tiene una fuerza que no tiene la de Tomás. Para Santo Tomás la infinitud era una perfección más entre todas las demás perfecciones; forma parte del haber divino. Para Scotto no forma parte del haber de Dios sino que es aquella perfección que da sentido a todas las demás perfecciones divinas. Los atributos constituyen un sistema: la infinitud del cual se deducen todos, para Santo Tomás era la actualidad pura, ipsum esse subsistens, lo que caracteriza a Dios con referencia a todas las demása cosas, lo único que no podemos participar.

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